Los colores y los sabores se confunden, se adiestran para inundar nuestros sentidos,para mezclarse y acariciar cada pisada escondida en el fondo de nuestra retina.
Cuando el sol no alcanza a ver el nivel del Ganges, bajo las escaleras del Gath detengo mis emociones para ver los barcos varados en la orilla dispuestos a navegar una mañana mas a lo largo de la costa de Benares, con su luz dorada reflejada en los edificios rojos, amarillos, blancos... . Como cada día, multitud de peregrinos se bañaran en sus aguas sagradas y recogerán la indulgencia que tanto les ha costado merecer. Al menos una vez en la vida, hay que bañarse en estas aguas, visitar esta ciudad, rezar en sus templos.
La primera luz del dia se mezcla con los cánticos rituales, con las llamadas al rezo, con los primeros rayos de sol que funden de luz la opaca transparencia de esta rivera. Símbolos, colores, rumores de mantras santificados por los oficiantes y su fe, estancias que no alcanzo a comprender y que se agitan dentro de mi buscando respuestas.
Asi camino ya de espaldas a los recuerdos. Asi me despido de la intensidad, la excitacion, el recogimiento... huir, escapar, y querer volver, adivinar que una lagrima soporta encogida, apoyada en mi retina, la despedida de estos rincones casi prohibidos donde he pasado dias que jamas podre olvidar.
Aeropuerto de Katmandu ( Nepal ).
A la salida del aeropuerto de Katmandu nos han robado el paisaje, se han llevado el caos, nos han cambiado las calles y sus gentes. Es evidente que estamos en otro país, multitud de razas se dan cita por las calles, turistas por todas partes y.... un modelo de vida cargado de símbolos y macas conocidas.
Los perros están en su peso, no tontean en las carreteras como en India duermiendo en mitad de algunas. Las vacas no salen mucho a la calle por sí se las comen....y por ahora, no dan cornadas.
Existe un modo de vida muy humilde pero con aires occidentales. En cuanto al turismo, no hay duda de su creciente explotacion: te cobran por entrar a los cascos históricos.... Y más. Los adolescentes visten de marca, no se sí made in USA o China pero se les nota distintos, más urbanitas.
Aunque cuando uno levanta la cabeza y ve esos santuarios, retrocedes en el tiempo siglos atras, te empapas de historia y caminas por sus empedradas calles de ladrillos rojos como si el tiempo,en este preciso instante, se hubiera detenido, como si las sombras salieran de los templos para volver a reinar sobre la tierra.
Aunque el nivel de polución es brutal ( la gente camina y va en bici o moto con mascarillas....) el que algunos de los centros históricos hayan sido declarados patrimonial de la humanidad por la UNESCO, ha dado ala ciudad un nivel de mantenimiento de los mismos muy cuidado. Habrá que seguir pagando....
Se me hace raro caminar por las calles sin que nadie te pida una rupia, o te siga sin parar por cada rincón. Casi nunca, tampoco hay que exagerar, que " palizas " hay en todas partes aunque en muchos momentos consigues abstraerte de todo y disfrutar tranquilo de un largo paseo, fotos, café...
La histórica Plaza de Patan forma parte del conjunto denominado Valle de Katmandú, declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1979. Cada edificio, cada detalle esculpido en estas piedras es un viaje al pasado, un lugar donde buscar el origen de nuestros días. Muchas veces olvidamos la historia, no reparamos en ella y siempre nos enseña a mirar hacia el futuro de manera más limpia.
Ha pasado el tiempo, casi quince días vividos a la máxima intensidad, quince días de soledad y ausencia. También quince días de intensidad, pasión y luz. He conocido la miseria en su estado puro, también la belleza y la amplitud de corazón. He observado que se puede vivir con lo mínimo imprescindible, y caminar por la calle con la dignidad bien alta. También que si un pueblo que lucha, si una población es insumisa a los desmanes de los que quieren desgobernar sin escrúpulos, esta es una sociedad con esperanza, una sociedad que tiende a sanearse.
La religión es el refugio de los que nada tienen, es la oferta de una vida mejor para los que tan siquiera tienen vida, y no hay oferta que supere esa promesa.
He aprendido a que la sonrisa de un niño, puede mover el mundo. A menos eso creo yo, desde la ignorancia y el desconocimiento, desde la insensatez y la inexperiencia.
No se a donde puedo llegar, ni siquiera se sí alguien mas alla de mi familia necesita mi vuelta. La personas pasamos, muchas veces desapercibidas, más allá de momentos puntuales donde residimos cada día.
Yo sin embargo me llevo la vida, la fría realidad que al fin he tocado con mis manos y la seguridad de que algún día volveré acompañado, a sentir a su lado, eso que intento pero no puedo explicar desde hace tantos días.
Buenas noches Katmandu. Buenas tardes Madrid.
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