domingo, 4 de noviembre de 2012

Namo Buddha.

La carretera se empina, los baches se hacen constantes, un autobús de línea regular con el aforo sobrepasado se cruza en nuestro camino... No cabemos y lo malo es que estamos del lado del precipicio. El conductor sonríe, aunque a mi me parece más bien una risa nerviosa que tranquilizadora. Si nos falla la piedra que sujeta la rueda...

La mañana empezó a las 7 y media. Las campanas y los rezos se sucedían como cada mañana, aunque esta vez con más eco y entusiasmo... No se sí tendrá que ver con que es domingo, pero el bullicio crece conforme el sol ilumina de ocres las fachadas de las casas. El color de los adobes de las paredes y los adoquines de las calles son un espectáculo en sí mismo, sus continuos cambios de colór, sus sonidos entrecortados por el tráfico de las motos y los coches... Me da por hacer una similitu con nuestras ciudades: buscar a la chica del chandal que va a buscar la prensa el domingo, al abuelo paseando camino del parque, a los feligreses que acuden a la misa del día ( este esta chupao...) y los demás personajes de mi cultura que intento trasladar hasta aquí, este balcón en el quinto piso, desde donde me siento el rey de la ciudad.

Había quedado con Surest ( persona recomendada por Harry, mi instructor en fotografía, para ser mi guía en baktapur ) en acompañarme a Namo Boudha, un monasterio situado, según los lugareños, a 3000 metros de altitud. El camino no era fácil, sobre todo los últimos cinco kilómetros que se tardaban en recorrer casi tanto como el resto: una hora para llegar al desvío y otra para los últimos cinco.

Cuando vi aparecer el coche no me podía creer que los tres ( el conductor, Surest y yo ) íbamos a ser capaces de escalar con el, los dos mil metros que nos alejaban de la cima. El paisaje era precioso: Annapurna al fondo y la cordillera del Himalaya hasta que la vista ya no daba más, hasta que las montañas se perdían por la línea del infinito. Los últimos kilómetros hasta el momento del cruce con el autobús fueron más o menos normales: un camino intransitable que este bonito coche marca Tata, se atrevía a subir.
En España con un súper cuatro por cuatro no lo subimos

-Shiva es la diosa que nos protege- dice alegremente el chofer. Debió verme la cara de descomposición que gastaba yo a esas horas y me pregunto si había desayunado: muchas gracias de corazón pero ¡mira palante!.. Pueden con mis nervios, lo reconozco, a veces pueden , pero siempre una sonrisa, siempre satisfechos. Hasta qué al final culminamos la montaña y al mirar hacia atrás un bosque de colores verdes y ocres con las montañas nevadas al fondo dan por bueno el camino.

Ya os dije como era el coche pero.... No os conté la cantidad de artilugios y cachivaches electrónicos que llevaba: una mini tele agarrada al espejo retrovisor del interior ( total para lo que les sirve el espejo bien empleado esta), entrada USB en el radio cd, entrada para IPod/ IPhone en el auxiliar del mechero, por donde emitía vídeos en la minitele, en fin. Me resulto extraño al montar en el coche un mantra que se repetía sin parar. Cuando miré el salpicadero me di cuenta que era un video con la diosa Shiva en la tv. Y luego Shakira.... Lady Gaga y hasta el mismísimo Justin Bieber... Eso si, ni me atrevía a decirle que cambiara nada ( y ganas no me faltaron ni a la ida ni a la vuelta) que en seguida se daba la vuelta y yo que veía que las motos, los coches, el volante que se le iba.. . En fin mejor que canten y punto.

Namo Buddha esta en una preciosa colina reinando sobre los valles que posee a su alrededor: bosque verde y frondoso que apenas deja pasar los rayos del sol, y arrozales, multitud de arrozales que mantiene a duras penas la economía de la zona.


Aquí es donde Buda ofreció su cuerpo a una tigresa cuando era joven, en uno de los capítulos más famosos de la vida de este magnífico y múltiple personaje. Hay más de 28 budas, y sinceramente me lío un poco.

Los hindúes y los budistas comparten aquí lugar de culto y dioses, lo hacen desde tiempos inmemoriales sin que esto haya ocasionado apenas conflicto alguno. Se ve, por la entrada, que estamos en un lugar antiguo y modesto, rodeado eso si, por un paisaje único. La estupa central es pequeña, circundada por pequeños santuarios donde a estas horas todavía quedan algunos feligreses.

Como no podía ser de otra manera, para llegar hasta el monasterio hay que subir. Esta vez son escaleras y una empinada cuesta que esta muy limpia pero es del todo abrupta: igual te encuentras una piedra que no se la salta... que raíces de árboles que cruzan por mitad del camino, que escalones de 60 cm para los gigantes del lugar que por cierto, muchos no hay... . Por fin llegamos al monasterio, puerta de madera y divisiones en varios pisos. Estancias, comedor, baños y aseos, todo muy austero, al estilo budista.

No veo monjes por las calles del monasterio, pero se oye por megafonia la ceremonia que en esos momentos se esta celebrando en el templo. Me acerco a ver el tablón de anuncios y es el propio Khenchen Thrangu Rinpoche ( Lama reencarnado) toda una institución Tibetana quien oficia, el creador de este monasterio, sus escuelas y universidad. Enseguida descalzarse y subir las escaleras a toda prisa.

El templo estaba abarrotado, como en el chiste, y no cabía un alma. Khenchen Thrangu Rinpoche estaba recitando mantras y de vez en cuando las trompetas y panderos golpeados por una baqueta acompañaban el acto. El templo era antiguo y por ello mantenía el sabor de la tradición. De colores rojos y amarillos intensos, con múltiples banderas de oración y velas dispuesta en cada rincón, el Lama ya anciano, recitaba sin parar y la audiencia escuchaba en estricto silencio. Sobrecogedor.

A la salida de la ceremonia, los monjes bajan por una escalera y las monjas por la contraria. Nos comentan que hoy, día especial, han venido desde EE.UU unas ricas benefactoras del lugar. Las tratan como si ellas fueran las estrellas y el Lama, humilde en sí, como si fuera su servidor. Ese hombre santo al que no me queda más remedio que comparar con el Papa de Roma. ¡ que mundo tan desigual!.

Con esto me doy más que por complacido en este día que se antojaba de tránsito. La cabeza término ayer algo desconcertada y no me quedaban muchas ganas de hacer nada hoy. Enseguida me di cuenta de que eran añoranzas y tristezas propias de mi condición, más que cosas a las que deba dar demasiadas vueltas, aunque esto último no pueda evitarlo, soy así.... El camino de vuelta ha sido largo, las conclusiones extensas... En fin que le voy a hacer.

Pero bueno, esa es otra historia y no voy a contarla aquí.

Buenas noches Namo Buddha.

Buenas tardes Madrid.

 

6 comentarios:

  1. Caminante no hay camino.....Cómo vas? Recuerda que las religiones no tienen sus caminos muy anchos, incluso ésta con todo lo amazing que digan los americanos....Elena

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  2. hola, me gustaría pregutnarte que nos recomiendas para llegar a namo Budha. Estaremos este septiembre en Heutada de voluntariado y luego queremosllegar allí.
    ¿sabes donde nos podemos alojar?
    un saludo, Y gracias
    Eva

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  3. hola, me gustaría pregutnarte que nos recomiendas para llegar a namo Budha. Estaremos este septiembre en Heutada de voluntariado y luego queremosllegar allí.
    ¿sabes donde nos podemos alojar?
    un saludo, Y gracias
    Eva

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    Respuestas
    1. Hola Eva, no se como estará la zona ahora, por lo que se los caminos se han complicado un poco. Yo fui con un conductor que conseguí en Baktapur. Me costó 30 euros ida y vuelta. Cuando yo estuve en el Monasterio Thrangu Tashi Yangtse que está al lado te podías alojar con comida. Imagino que eso ahora será igual. Es un sitio bonito, con mucha paz. También hay transporte en autobús, pero yo os recomiendo que vayáis en taxi o pactéis con alguna persona local que os lleve. Gracias por leerme y suerte!!!

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    2. Muchas gracias por responder!
      si se te ocurre otras formas o tienes alguien de confianza al que podamos acudir en Heutada para que nos lleve te lo agradezco.
      un abrazo.

      ecafons@gmail.com

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    3. Muchas gracias por responder!
      si se te ocurre otras formas o tienes alguien de confianza al que podamos acudir en Heutada para que nos lleve te lo agradezco.
      un abrazo.

      ecafons@gmail.com

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