viernes, 17 de febrero de 2012

Liubljana

Castillo de  Predjama
No queda mucha carretera hasta Liubljana pero las distancias cada vez se hacen mas largas. No queda mucho espacio ya para la reflexión, pero aún quedan algunos kilómetros donde guardar la fantasía en unos de esos botes de cristal y taparlos para que nada se escape, para seguir soñando cuando Madrid sea una realidad.


Eslovena es un país joven y moderno, con una idea del turismo poco comercial y muy elegante..Sorprende que tan sólo  tenga una población de 2.047.000 habitantes.


Veo mi cara en el reflejo del ascensor y  noto que apenas me quedan fuerzas para continuar. Un cansancio aderezado con una sonrisa burlona que retumba como un grito sordo dentro de mi mente : ¡ya no queda nada!, ¿ quién dijo que no podría hacerlo? Ahora queda todo.
Han sido unos días divertidos y duros, de emociones intensas, y  mucha, mucha carretera. A veces la soledad del conductor invita a la reflexión, a escuchar esos latidos impronunciables para los sentidos. A veces simplemente invita a la evasión, al abandono de unos principios macerados a golpes de nostalgia e ilusión. En este caso ambas consideraciones ha valido la pena degustarlas,ambas han tenido cabida en esta extraña  aventura que ahora toca a su fin.


Eslovenia es un bosque que a veces se permite el lujo de tener casas en medio de tanta vegetación. En ese caso, este país los llama ciudades: pequeños hogares de tejados rojizos alrededor de una iglesia. Eso son muchas de sus "grandes urbes", apenas un instante , una mirada , un pestañear y si dudas a buen seguro te lo pierdes. Es el tercer país mas boscoso de Europa por detrás de Finlandia y Suecia. Eso nos da muestra de la intensidad del paisaje, de su fuerza común y uniforme, un sitio donde perderse sin motivos. A veces la nieve descansa entre los abetos sin ser vista, y los azules celestes se vuelven infinitos en presencia de tanta esencia.
La actual capital, Liubljana era ya un importante enclave en la zona en tiempos de los romanos. Se nota que poco a poco nos acercamos al imperio.  Su comercio y  ubicación estratégica le otorgaban esa consideración. Después del fin de la guerra de los balcanes y con la independencia del país de la  ex Yugoslavia en el 1991, se convirtió en la capital de Eslovenia.


La nieve y los abetos se sitúan a ambos lados de la carretera vigilando cada kilómetro de recorrido. Las nubes se disipan, poco a poco y el sol es el aliado fiel que acompañará, a buen seguro,  el final del camino. Como un rio que busca su salida a una extensión común, así me dejo llevar por la corriente, examinando cada espacio que resta hasta ver ese vació infinito que es: el mar.

Se adivina un cierto sabor latino en las calles de Liubljana mientras  se adivina por el cambio de arquitectura el centro de la población. Plazas porticadas y paseos peatonales, senderos empedrados  y puentes sobre el río. Ljubljanica inundan de arte esta acogedora ciudad. La luz del sol abre pasadizos de colores en una memoria algo cansada pero dispuesta a recoger cada imagen de esta inquietante y relajante población.. La ansiedad es pasado, los colores son presente. Los sabores y el calor de la rutina se convierten en la  fantasía de este viaje. 



Puente sobre el rio Ljubljanic
Los puentes en Liubljana no son un ejercicio de comodidad para sus ramblas y  paseos  sino una ejemplo del arte que poseen las calles y rincones de este ensueño.
Uno de los mas famosos es el Puente Triple (Tromostovje). Como indica su nombre, se trata en realidad de tres puentes unidos donde originalmente sólo había uno, al cual se añadieron los otros dos directamente adyacentes a cada lado. El resultado es de una asombrosa armonía. Esta obra es de Jože Plečnik, considerado el arquitecto nacional esloveno. Vivió entre los siglos XVIII y XIX, cuando Eslovenia formaba parte del Imperio Austro-Húngaro, y quiso hacer de su obra un elemento de afirmación de la identidad eslovena frente a la cultura germánica dominante en el Imperio.



Son las tres y media de la mañana. La verdad es que estoy muy cansado. Escribir esta siendo uno de los placeres mas bonitos de este viaje. Disfruto cada madrugada de un poco de paz entre las palabras y no puedo disimular que siento algo de nostalgia al pensar que mañana todo esto se habrá acabado.

La maleta llena de fotos e historias que contar. Los pensamientos ocupando esos puentes por donde atravesar conciencias, por donde depositar paciencia y sentimientos en su justa medida.  Los detalles y las anécdotas de estos días duraran toda la vida.

Estamos llegando a Verona, al dominio de los Capulleto, al lugar donde un tal Romeo dijo:

La despedida es tan dulce pena que diré buenas noches hasta que amanezca

No puedo mas.... y todavía quiero mucho mas... 

Buenas noches... hasta que amanezca.











2 comentarios:

  1. "Es invierno, tiempo de letargo, de refugio y meditación, de caminar sin ruido y pasear sin ser visto.

    Es Febrero de 2012 y la vida me invita a corregir los errores y a llenar de vida las alforjas del presente."

    Dificil olvidar este Febrero de 2012. Gracias amigo.

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